¿Cómo reducir la ansiedad con hábitos diarios simples?

La ansiedad en el trabajo es un problema común en el mundo profesional actual. La presión por cumplir con las tareas y las expectativas, tanto propias como de los colegas y superiores, la incertidumbre por el futuro y la falta de control sobre ciertas situaciones pueden generar estrés y ansiedad en los trabajadores.

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La ansiedad en el trabajo es un problema común en el mundo profesional actual. La presión por cumplir con las tareas y las expectativas, tanto propias como de los colegas y superiores, la incertidumbre por el futuro y la falta de control sobre ciertas situaciones pueden generar estrés y ansiedad en los trabajadores.

Indudablemente, la ansiedad y el estrés laboral no solo afectan el bienestar emocional de los empleados, sino que también pueden repercutir en su rendimiento. 

En la actualidad, mucho se habla sobre el estrés laboral y cómo puede afectar la productividad de un empleado y, por lo tanto, a la empresa. Si bien este concepto está íntimamente ligado a la ansiedad laboral, este último es, en algunas ocasiones, descuidado. Quizá esto se deba a que puede ser más difícil de detectar y tratar. No obstante, merece la pena tener en mente que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y, también, en su desempeño profesional. Esta condición se manifiesta como una respuesta emocional y física cuyos síntomas pueden variar desde leves hasta graves. En general, incluyen irritabilidad, fatiga, insomnio, dolores de cabeza y musculares.

A continuación, compartimos algunos hábitos prácticos que los empleados pueden incorporar en su día a día para reducir la ansiedad:

  • Establecer una rutina saludable: Incluir ejercicio regular, una dieta equilibrada y suficiente descanso es clave. El ejercicio físico libera endorfinas que promueven el bienestar emocional.
  • Practicar respiraciones profundas: Una técnica efectiva es la respiración 4-7-8 (inhalar por 4 segundos, mantener por 7 segundos y exhalar por 8 segundos), que ayuda a calmar la mente.
  • Realizar meditación o mindfulness: Estas técnicas permiten enfocar la atención en el presente, ayudando a reducir pensamientos repetitivos y preocupaciones.
  • Mantener una buena higiene del sueño: Dormir al menos 7 horas diarias y evitar dispositivos electrónicos antes de acostarse mejora significativamente la salud mental.
  • Tomar pausas activas durante el trabajo: Realizar estiramientos o dar paseos cortos puede liberar tensión física y mejorar la concentración.

Conclusión

Si los niveles de ansiedad son difíciles de manejar, acudir a un psicólogo o terapeuta puede ser esencial para aprender estrategias efectivas de manejo emocional.

La ansiedad laboral no solo afecta al individuo, sino también al entorno laboral en su conjunto. Como empleados, es fundamental reconocer los signos de esta condición y adoptar hábitos saludables que promuevan el bienestar mental. Además, las empresas deben fomentar un ambiente de trabajo donde se priorice la salud emocional de sus colaboradores. Al abordar este desafío de manera proactiva, no solo se mejora la calidad de vida del personal, sino que también se impulsa un equipo más comprometido, productivo y resiliente. 

Redacción: Geraldine Boyer

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