Introducción:
La proteína es un macronutriente esencial para el metabolismo, este está involucrado en funciones vitales como la reparación de tejidos, construcción y mantenimiento de masa muscular, la producción de enzimas y hormonas. Sin embargo, existen numerosos mitos alrededor de este nutriente y la cantidad de proteína que realmente necesita nuestro cuerpo. Debido a esto es fundamental basar nuestras decisiones dietéticas en evidencia científica para así evitar excesos o deficiencias que puedan afectar la salud del cuerpo.
Cuerpo
Un mito común que suele creerse hoy en día es que se requiere de una ingesta proteica muy elevada para poder desarrollar masa muscular. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta diaria recomendada de proteínas para un adulto promedio es de 0,8 gramos por kg de peso corporal (g/kg).Por ejemplo una persona que pese 70 kg debería consumir alrededor de 56 gramos de proteína al día para mantener saludable su ingesta proteica.
Cuando lo que se busca es aumentar la masa muscular, las necesidades de proteínas pueden ser ligeramente superiores a las de mantenimiento. El Instituto Nacional de Salud de EE.UU.sugiere que los individuos que practiquen actividad física frecuente de resistencia (al menos 3 a 4 veces por semana) pueden llegar a requerir entre 1,2 y 1,4 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día, en el caso de hacer actividad física de fuerza estos pueden necesitar entre 1,6 y 1,7 gramos por kilogramo.
Otro mito común es que las proteínas de origen animal son de mayor calidad que las vegetales, o incluso que estas últimas no aportan proteína. Si bien las proteínas de origen animal contienen todos los aminoácidos esenciales, si es posible obtener una buena ingesta de proteína completa a partir de fuentes vegetales mediante una dieta variada que incluya legumbres, frutos secos, semillas y granos integrales. Incluso las fuentes vegetales aportan fibra, antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos para la salud. Se debe considerar que las fuentes vegetales no incluyen micronutrientes esenciales como hierro y vitamina B12 por lo que siempre es bueno combinar las fuentes de proteína.
Por otro lado, consumir proteína en exceso también puede tener consecuencias negativas. Una ingesta proteica muy alta puede llegar a sobrecargar los riñones, en especial en personas con problemas renales preexistentes, también se debe considerar que un consumo muy elevado de proteína también puede conllevar a que el cuerpo lo almacene como grasa, incluso las proteínas de origen animal en exceso pueden contribuir a problemas cardiovasculares debido a su contenido en grasas saturadas. ayuno intermitente mejora las características metabólicas que son importantes para la salud del cerebro.
Conclusión
Es esencial basar tus decisiones dietéticas con lo que tu cuerpo en realidad necesita basándose en factores como: composición corporal, intensidad y frecuencia de la actividad física, edad, sexo y metas. Evitar siempre dejarse llevar por mitos y tendencias. Siempre una ingesta adecuada de proteína, adaptada a nuestras necesidades individuales y obtenida de fuentes variadas, es crucial para mantener una salud óptima. Consultar con profesionales de la salud puede ayudar a determinar la cantidad de proteína que realmente necesitamos y la mejor manera de incorporar a nuestra dieta.
Redacción: Coach Patrick Gronemeyer H